Los 6 pilares de la transformación digital: cultura orientada al cambio, el cliente o experiencia de usuario, metodologías ágiles, innovación, analítica avanzada e integración tecnológica.

La transformación digital es un concepto que engloba el cambio profundo que están experimentando las organizaciones en todos los ámbitos gracias al uso de las tecnologías digitales.

 

Tabla de Contenido

Introducción

La transformación digital es un proceso que cambia por completo las organizaciones: su forma de hacer negocios, de relacionarse con los clientes, de optimizar sus procesos y de adaptarse al entorno. No basta con usar tecnologías digitales, hay que sacarles el máximo partido para crear valor, innovar y destacar.

Para lograr una transformación digital efectiva se necesita una visión clara, un liderazgo fuerte, una cultura flexible y una estrategia orientada al cliente. También se requieren recursos, capacidades y herramientas adecuadas para implementar la transformación.

En este artículo te mostramos los 6 pilares de la transformación digital que debes considerar para conseguir una transformación exitosa y duradera.

Cultura: lo único constante es el cambio.

La cultura es el conjunto de valores, creencias, actitudes y comportamientos que comparten los miembros de una organización. Por otro lado, la transformación digital implica un cambio cultural profundo, que debe afectar la forma de pensar, sentir y actuar de las personas.

Una cultura organizacional que se debe caracterizar por ser más abierta, dinámica, creativa y orientada al aprendizaje; y desde luego, una cultura muy influenciada por el ámbito o expertise digital (experiencia, pericia y experticia).

Algunas de las características y beneficios de la cultura digital son:

  • La visión: implica tener una visión compartida y alineada con una estrategia digital que deberá tener la organización, entendiendo el propósito, los objetivos y los beneficios de una verdadera transformación digital.
  • La mentalidad: implica tener una mentalidad abierta al cambio, a la innovación y al riesgo, asumiendo los errores como oportunidades de aprendizaje y mejora.
  • La actitud: implica tener una actitud proactiva, colaborativa y orientada al cliente, buscando soluciones creativas y centradas en el valor.
  • El comportamiento: implica tener un comportamiento ético, responsable y transparente, respetando unas normas mínimas, principios y valores muy exitosos (como ejemplo, Manifiesto ágil – Wikipedia, la enciclopedia libre), y que han aplicado grandes transformadores o disruptores en estas materias.

Para lograr una cultura digital positiva, es necesario contar con un liderazgo que impulse el cambio desde el ejemplo, la comunicación y el reconocimiento.

También es necesario contar con un plan de formación que desarrolle las competencias digitales de los empleados, así como con un plan de gestión del cambio que facilite la transición e involucre a todos los niveles.

Cliente: en el centro de la estrategia

La transformación digital implica poner al cliente en el centro de la estrategia, entendiendo sus necesidades, expectativas y comportamientos, y ofreciéndole soluciones que le aporten valor y le generen satisfacción.

Cuando hablamos de clientes nos estamos refiriendo al conjunto de personas o usuarios que consumen o utilizan los productos y servicios de una organización.

El cliente digital se caracteriza por ser cada vez más informado, exigente y conectado. Algunas de las características y beneficios de poner al cliente en el centro son:

  • La segmentación: implica identificar y clasificar a los clientes según sus características demográficas, psicográficas, conductuales o geográficas, creando perfiles o “buyer personas” que faciliten la personalización y la fidelización.
  • La captación: implica atraer y convencer a los clientes potenciales mediante estrategias de marketing digital como el posicionamiento web (SEO), la publicidad online (SEM), el marketing de contenidos o el email marketing.
  • La retención: implica mantener y aumentar la relación con los clientes actuales mediante estrategias de Customer Relationship Management (CRM) como el servicio al cliente, el programa de fidelización o el Marketing Automation.
  • La medición: implica evaluar y mejorar el nivel de satisfacción y lealtad de los clientes mediante indicadores como el Net Promoter Score (NPS), el Customer Satisfaction Score (CSAT) o el Customer Lifetime Value (CLV).

Para lograr poner al cliente en el centro, es necesario contar con herramientas que permitan conocerlo mejor, anticiparse a sus necesidades y ofrecerle experiencias memorables, que de ser posible superen sus expectativas.

Dentro de las herramientas más reconocidas o relevantes, están: los mapas de empatía, contacto, momentos de verdad, recorrido o journey mapping, inmersión cognitiva, actores e interacciones, segmentaciones, rentabilidad, proposición de valor, tráfico, tendencias, paneles de inspiración o moodboard, observación encubierta, entrevistas, focus group, beachmarking, etnografía y diarios de usuario.

Agility: metodologías de equipos de alto desempeño.

La metodología ágil es un esquema de trabajo que se enfoca en la entrega de valor al cliente de manera rápida y eficiente. Se basa en la colaboración, la flexibilidad y la adaptabilidad a los cambios.

En este sentido, la agilidad se enfoca en el trabajo en equipo, la comunicación efectiva y la mejora continua.

La metodología ágil se comenzó a utilizar en el desarrollo de software, pero por su efectividad vino siendo utilizada en otros proyectos, alcanzando altos rendimientos. Se centra en la implementación rápida de equipos eficientes y flexibles para planear flujos de trabajo.

Con el uso de estas metodologías, es posible determinar un intervalo de tiempo donde todos los equipos deben realizar permanentes entregas (seudo-productos) hasta alcanzar un producto final o cumplir íntegramente con las expectativas del usuario.

Dista o se diferencia de la metodología tradicional de proyectos, modelos en cascada, que tienen a ser más robustos, más estáticos o menos dinámicos, y su meta, alcances, soluciones, están casi siempre bien definidos, y generalmente, tienden a ser a largo plazo.

Mientras que las metodologías ágiles procuran entregas rápidas o continuas, con intervalos de tiempo muy definidos, usualmente semanal o quincenalmente.

Una metodología detrás del concepto “Agile”, se considera adaptativa, ya que se adapta perfectamente a los cambios que se sucedan dentro de un entorno lógico en el que se opera.

La buena implementación de las metodologías ágiles depende de las habilidades de las personas y no de las instituciones o empresas, y reside en la capacidad de los individuos en definir estrategias, el uso principios y de las herramientas requeridas para que su adopción sea exitosa.

Innovación: espacios continuos de creación.

La innovación es un pilar clave en la transformación digital porque permite a las empresas adaptarse y mantenerse competitivas. Se enfoca en la creación de nuevos productos, servicios y procesos que mejor satisfagan las necesidades de los clientes y mejoren la eficiencia de la empresa.

Las innovaciones más importantes son aquellas que mejoran la experiencia del cliente, porque los clientes esperan cada vez más productos y servicios personalizados, únicos y adaptados a sus propias necesidades.

La innovación puede surgir de forma casual, por inspiración, o a través de una búsqueda sistémica y continuada, vía procesos de transformación e investigación (I+D). Puede llegar a ser radical o incremental, cerrada y bajo la conducción de un equipo secreto y especializado, o abierta y bajo la colaboración de múltiples agentes externos a la organización.

Otro aspecto importante que vale la pena resaltar, es que hay procesos de innovación que se centraban en automatizar procesos, reducir costos o mejorar la calidad de los productos y servicios, traduciéndose en una mayor eficiencia empresarial (los más comunes).

Sin embargo, también existe una innovación disruptiva, y es aquella que se distingue porque crea un nuevo mercado o una nueva demanda, ofreciendo productos o servicios, significativamente más simples, convenientes o asequibles, desplazando a todos sus competidores (ejemplos: iPod, Netflix, Uber o Airbnb).

La innovación siempre será necesaria con la integración de las nuevas tecnologías digitales, y termina siendo muy efectiva cuando se consideran múltiples factores potenciales (nuevos mercados, mayor cubrimiento, mejor experiencia cliente, etc.).

Las empresas que no innovan, más en el ámbito digital, hoy más que nunca, corren un alto riesgo de quedarse atrás, en mercados cada vez más dinámicos y competitivos.

Analítica: la ciencia de los datos y la toma de decisiones.

La ciencia de datos es un campo interdisciplinario que utiliza métodos, procesos y sistemas para extraer conocimiento o comprensión de “la data” en sus diversas formas, ya sea estructurada o no estructurada.

La ciencia de datos combina aspectos de la estadística, la informática, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para analizar e interpretar conjuntos de datos complejos y diversos.

Conforme han ido pasando los años, el tratamiento de datos ha ido teniendo una mayor importancia en los aspectos de todo negocio, y dentro de sus ventajas están:

  • Mejorar la toma de decisiones basada en datos. La ciencia de datos permite analizar grandes cantidades de datos provenientes de diversas fuentes y extraer información valiosa que ayude a resolver problemas, optimizar recursos, identificar oportunidades y anticipar escenarios.
  • Aumentar la competitividad y la innovación. La ciencia de datos permite desarrollar soluciones creativas y personalizadas que se adapten a las necesidades y preferencias de los clientes, así como diferenciarse de la competencia y generar valor añadido.
  • Potenciar el aprendizaje y el crecimiento. La ciencia de datos permite adquirir nuevos conocimientos y habilidades que mejoren el rendimiento y la eficiencia de los equipos humanos, así como explorar nuevos campos y mercados.
  • El tratamiento de datos es el proceso de recopilar, preparar, transformar y analizar los datos para obtener información útil y relevante. El tratamiento de datos implica operaciones como el registro, la estructuración, la organización, la adaptación, el almacenamiento, la consulta, el uso, la modificación o el borrado de los datos personales o no personales. El tratamiento de datos requiere el cumplimiento de ciertos principios y normativas que garanticen la calidad, la seguridad, la transparencia y la protección de los datos.

Tecnología: el motor de la innovación

La tecnología es el elemento más visible y tangible de la transformación digital. Se refiere al conjunto de herramientas y soluciones digitales que permiten optimizar las operaciones, automatizar las tareas, generar nuevos productos y servicios, mejorar la comunicación y la colaboración, y ofrecer experiencias personalizadas y diferenciadoras a los clientes.

Algunas de las tecnologías más relevantes e impactantes para la transformación digital son:

  • La nube: permite almacenar, procesar y acceder a los datos e información desde cualquier lugar y dispositivo, reduciendo los costes y aumentando la flexibilidad y escalabilidad.
  • El big data: permite recopilar, analizar e interpretar grandes volúmenes de datos estructurados y no estructurados, generando conocimiento e insights valiosos para la toma de decisiones.
  • La inteligencia artificial: permite dotar a los sistemas informáticos de capacidades cognitivas como el aprendizaje automático, el procesamiento del lenguaje natural o la visión artificial, mejorando el rendimiento, la precisión y la creatividad.
  • El internet de las cosas: permite conectar objetos físicos a internet mediante sensores y dispositivos inteligentes, creando redes interactivas que generan datos e información en tiempo real.
  • La realidad virtual y aumentada: permite crear entornos virtuales o modificar los reales mediante imágenes o sonidos generados por ordenador, creando experiencias inmersivas e interactivas.
  • El blockchain: permite crear registros distribuidos e inmutables de transacciones digitales, garantizando la seguridad, la transparencia y la trazabilidad.
  • La seguridad digital: permite proteger la información, los procesos y los recursos de las organizaciones y las personas ante amenazas cibernéticas, que pueden ocasionar grandes pérdidas económicas, daños reputacionales, violaciones de privacidad y otros problemas graves.

Estas tecnologías son el motor de la innovación, ya que permiten crear nuevas soluciones que resuelven problemas o satisfacen necesidades de forma más eficaz, eficiente o diferencial.

Conclusión

La transformación digital es un proceso complejo pero necesario para adaptarse a los cambios constantes del entorno. Implica revisar y mejorar los pilares fundamentales mencionados, y posiblemente otros por identificar. Estos pilares finalmente son los que determinan el grado de madurez digital de una organización y los que le permiten mantener ventajas competitivas.

En este artículo hemos analizado cada uno de estos pilares, sus características, beneficios y herramientas asociadas. Esperamos que te haya servido para comprender mejor qué es la transformación digital y cómo puedes aplicarla en tu negocio.

Nota: si quieres saber más sobre este tema o sobre cómo podemos ayudarte no dudes en contactarnos.

 

Fuentes: